Música, luz y silencio: Lumina Ensemble rinde homenaje a Eusebio Sempere

El Festival Kuraia presentó al cuarteto de saxos Lumina Ensemble, encargado de estrenar obras de los compositores Voro Garcia y Setneuf Allitsac, además de interpretar piezas de Gabriel Erkoreka y María Eugenia Luc.

A las 18h se iniciaba el último concierto del año del Festival Kuraia. El auditorio del Guggenheim de Bilbao fue la ubicación escogida para la realización de la propuesta musical. Esta localización no fue escogida de forma casual, ya que el componente extramusical del concierto guardaba una relación directa con el arte plástico. La propuesta de Lumina se ejecutaba mediante la confección de un programa homenaje a Eusebio Sempere. Una alternativa distinta al concierto que el mismo grupo ofreció en el mes de noviembre como homenaje al artista.

La actividad musical se inició con la presentación del cuarteto y la indicación de algunas directrices para la escucha del concierto. De este modo, Lumina presentó un programa sin interrupciones, donde el público debía guardar el aplauso únicamente para el final del concierto. Este hecho se suma a la propuesta creada por Lumina para el Festival Kuraia. El concierto estuvo gobernado por una linealidad en el programa, donde la articulación de las distintas obras se presentaba con una fluidez destacable. Unos pequeños detalles que plantearon una escena más allá de un típico concierto al uso. 

Es importante resaltar el juego de luces con el que contó el cuarteto, ya que la ubicación de los intérpretes varió durante el transcurso del concierto y fue resaltada con una precisa y cálida iluminación con la que el espectador pudo focalizar en cada una de las distintas obras. También se suma a la presentación de cada una de las obras, que aparecía en pantalla sin necesidad de una interrupción para cada una de ellas. 

La propuesta de Lumina fue un ejemplo de un recital con ligeras modificaciones respecto al formato habitual de concierto. Este diseño compuesto por pocos cambios fue uno de los puntos que más realzaron la música. En la actualidad no basta solo con interpretar un buen repertorio, la exigencia para captar la atención de las nuevas audiencias requiere de planteamientos que deben ejecutarse con otros recursos que añadan variedad, y unos sencillos cambios fueron suficientes para disfrutar de un programa coherente y sólido. 

El concierto tuvo una duración aproximada de una hora y la distribución de las distintas obras resultó acertada. No es fácil ejecutar un programa con una solidez cuando nos adentramos en la diversidad estilística de nuestro siglo. La respuesta a esta cuestión es sencilla, al comprobar que el programa está conformado por compositores con una madurez compositiva característica. Además, se optó por incorporar obras de gran actualidad, ya que la obra más longeva era del año 2018, y el concierto también contaba con 4 estrenos absolutos. 

Lumina Ensemble con los compositores Voro Garcia, María Eugenia Luc y Setneuf Allitsac.

Lumina ha trabajado estrechamente con cada uno de los compositores programados, y como resultado se resuelve con una sonoridad acertada. El trabajo junto a los compositores provoca una aproximación real a la sonoridad para la que se ha escrito. Además, el diseño del programa presenta una sonoridad estable, ya que las obras de Voro Garcia, al estar intercaladas establecen una conexión con el resto del repertorio. 

Otra particularidad del concierto es la instrumentación de las obras. Cuando nos enfrentamos a música de cámara algunas de las disposiciones instrumentales pueden fatigar al oyente, ya que en todo momento se está escuchando la sonoridad de un mismo grupo. Este hecho se difumina en formaciones de mayor envergadura, ya que la diversidad de sonoridades puede ser mayor. Sin embargo, la alternancia entre obras de distinta instrumentación añade un mayor descanso a la escucha. Durante el concierto el público bilbaíno pudo escuchar las siguientes disposiciones: saxofón barítono a solo, soprano a solo, dúo de barítonos, trío de barítonos y soprano, y la habitual instrumentación del cuarteto completo.

El cuarteto alicantino logró dominar el repertorio ofrecido, con una admirable ejecución, teniendo en cuenta la dificultad del repertorio y la diversidad de las disposiciones. De este modo, Lumina Ensemble conquistó un museo más del panorama nacional. Próximamente volverá a sonar en el MACA-Museo de Arte Contemporáneo de Alicante con un programa monográfico de Joan Gómez-Alemany.

Lumina Ensemble en el Museo Guggenheim de Bilbao.

Reseña de Álvaro Pérez Sánchez

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