La Euskadiko Orkestra iniciaba la gira de conciertos del sexto programa de la temporada con la interpretación de obras de Arzamendi, Saint-Saëns y Szymanowski. El Kursaal albergó una tarde de música en la que se fusionó un variado programa.
La pieza que dio inició al concierto fue Sorginen soinua de la compositora guipuzcoana Beatriz Arzamendi. Una obra encargo de la Fundación Sgae y la AEOS, que fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Navarra en 2022 y se vuelve a interpretar con la Euskadiko Orkestra. El hecho de interpretar música reciente es motivo de celebración, ya que el repertorio actual, desgraciadamente no es una práctica habitual en las formaciones orquestales. Además, se trata de una nueva interpretación, todavía más inusual, ya que muchos estrenos son el único espacio de vida de una obra musical. Sorginen soinua presume de la reinterpretación con la Euskadiko Orkestra, que se vincula de forma directa con el programa extramusical de la composición, enmarcada en el entorno de la brujería y las mujeres que fueron víctimas de la persecución.
La obra se desarrolla con diversidad de sonoridades tímbricas. Un inicio en el registro grave, seguido de armónicos artificiales en la cuerda da lugar a un entorno acertado para la continuidad de la composición. También destaca el uso de los vientos, ya que Arzamendi presenta una instrumentación por bloques y los emplea en un plano principal. Enfatiza el uso de la percusión, con todo un despliegue instrumental que se complementa de forma correcta con la estructura orquestal. En un determinado pasaje emplea el recurso de la espacialización, para romper con la unifocalidad habitual de los auditorios. Un recurso explorado a través de toda la historia de la música, y al que dedicamos uno de nuestros primeros podcasts en la primera temporada.
Todavía en la primera parte, se interpretó el conocido Concierto para piano y orquesta nº2 de Camille Saint-Saëns, con Rafal Blechacz al piano. Un concierto donde la orquesta se reserva a las necesidades del piano, proponiendo una orquestación reservada y enérgica en los tutti. La interpretación de Rafal Blechacz estuvo gobernada por un virtuosismo solvente y una interpretación con gran rapidez. Aunque la obra presenta una escritura idiomática para el piano, la cohesión junto a la orquesta expone una dificultad añadida en algunos pasajes, en los que el director debe “cazar” la salida del solista, como en el final del primer movimiento.

En la segunda parte del concierto se interpretó una pieza musical alejada de los cánones más habituales de la interpretación orquestal. La Sinfonía nº2 de Karol Szymanowski, no es una pieza que se interprete con frecuencia, ya que tal vez su música está eclipsada por contemporáneos que presentan una sonoridad similar con un desarrollo más notable. La obra del compositor (y pianista polaco) presenta una gran dificultad en el diseño fraseológico, ya que la escritura de Szymanowski se desenvuelve con grandes frases donde el empleo de una armonía densa y una orquestación saturada presentan un discurso intenso que debe ser guiado con cautela. Una iniciativa acertada por parte de la Euskadiko Orkestra, ya que la interpretación de obras de inusual interpretación también merecen un espacio y pueden ser motivo de reclamo para el oyente, ya que la exclusividad de escuchar estas piezas es mucho mayor que la de los grandes títulos habitualmente programados. Con este programa, la Euskadiko Orkestra viajará a las ciudades de Vitoria y Bilbao, para acercar un repertorio exclusivo al público que lo desee.

Reseña de Álvaro Pérez Sánchez
