Estreno en España de ACCORDO de Luciano Berio

Andrés Valero Castells escribe en MIKROKOSMOS sobre el estreno en España de Accordo, una de las características obras de Luciano Berio para cuatro bandas simultáneas.

En 2013, conmemorando el décimo aniversario del fallecimiento del genio italiano Luciano Berio (1925-2003), realizamos la primera interpretación en España de una obra muy poco habitual, escrita para cuatro bandas simultáneas. A pesar de estar compuesta en 1980, tuvieron que pasar más de 30 años para que se  estrenara en nuestro país. Este hecho llama la atención por la notoriedad del compositor, así como por nuestro potencial y tradición en bandas sinfónicas, especialmente en la región valenciana. Pero primeramente presentaremos la obra y a continuación el relato del estreno.

La interpretación de Accordo supone un reto importante tanto a nivel logístico como interpretativo, se trata de una obra ambiciosa, escrita originalmente para cuatro bandas situadas en una peculiar disposición espacial. Los cuatro grupos de músicos se han de colocar como si se tratara de los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste). Posee una complejidad considerable de cara a la puesta en escena, pero el resultado es una experiencia singular, que hace de la multiplicidad la mejor de sus virtudes. Veamos la presentación que el propio Berio hace de su obra (texto original en inglés)[1]:

Accordo es una obra para cuatro bandas con un número ilimitado de músicos. Quizás no es una pieza para interpretar en concierto, sin embargo, Accordo es muchas cosas diferentes: es una reunión, una estructura de gestos, un acorde que prolifera y genera situaciones diferentes, es una combinación y si se pone en perspectiva, es versátil con elementos musicales simples y familiares, es un pequeño homenaje a un gran deseo por la paz en el mundo. Es una paráfrasis, es un Festival de la Unidad, es una transformación del sonido, es una melodía, es un homenaje a los músicos de las bandas, que están juntos muchas noches ensayando y que no les importa el cansancio del trabajo diario. Es también un trabajo experimental en el que intento combinar contradicciones con dimensiones musicales aparentemente irreconciliables, por lo que también es una transformación. Accordo es tal vez difícil de organizar, pero es fácil de interpretar, con sus discursos sencillos, y concretos, ideales para interlocutores que desean abrazar el mundo; hay esperanza, así que …

Este texto lo podemos encontrar, junto con un archivo pdf descargable de la partitura, en la web de la editorial Universal Edition:

https://www.universaledition.com/en/Works/Accordo/P0005785

La obra contiene varias citas como el himno de la internacional socialista, la  marcha de la guerra de secesión americana, o una melodía rusa, aunque el material más presente es el de la popular canción partisana Bella ciao. La plantilla de cada una de las cuatro bandas se corresponde con una banda de tamaño medio, con las peculiaridades del orgánico habitual de las bandas italianas. Se podría interpretar con cuatro grupos de un mínimo de unos 40 músicos (160 en total), y multiplicar el número de intérpretes ad libitum, aunque el deseo de Berio era contar con al menos 400 músicos.

Las partituras que alquila la editorial son desde mi punto de vista uno de los mayores hándicaps por los que se interpreta tan poco[2]. Se trata de un manuscrito que no se lee especialmente bien, pero lo más sorprendente es que no existe una partitura general que englobe las cuatro bandas, sino cuatro partituras independientes. Sin embargo, en las mismas aparecen marcas temporales precisas para la interpretación de los 30 minutos que tiene de duración. En la obra hay tanto pasajes en los que cada banda tiene que interpretar a metrónomos independientes simultáneamente, como otros en los que los cuatro grupos han de ir coordinados al mismo metrónomo. Pensemos en las cuatro bandas en disposición de cruz, con sus respectivos directores enfrente, dándose la espalda entre ellos; resulta imposible que en los pasajes en los que los cuatro grupos han de ir juntos, la interpretación resulte satisfactoria, a no ser que se introduzca la figura de un quinto director que coordine todo. Y en ese caso, dónde está la partitura general? En la editorial nos dijeron que no existe. Así que para el estreno español tuvimos que elaborarla, recortando y copiando el material de las cuatro partituras para generar una sola de carácter general.    

               Con el relato de la situación impropia de la inexplicable ausencia de la partitura general, entramos en la cuestión del estreno español.

               Primeramente quisiera remitirme al fantástico libro La Banda: orchestra del nuovo millennio[3], del director italiano Lorenzo Della Fonte. Pero no solamente porque es perfecto conocedor de la obra de Berio y da buena cuenta de ello en su libro, sino por la relación profesional que tuvo con el director valenciano José Alcácer Durá. Y en este momento nos hemos de situar en 2012, año en el que José Alcácer concurrió al Certamen Internacional de Bandas Ciudad de Valencia, dirigiendo a la banda sinfónica del Centro Artístico Musical de Moncada. Su obra libre fue mi primera sinfonía La Vall de la Murta. De ese modo conocí a José, e iniciamos una amistad que perdura hasta el presente. Cuento esta circunstancia porque gracias a ella José me propuso que montáramos el estreno español de Accordo, seguramente inspirado por su maestro y amigo italiano. Siempre le estaré agradecido por haber compartido ese deseo y proyecto conmigo.        

               Planteamos dos conciertos, uno en Moncada y otro en Valencia. El de Moncada, programado inicialmente para el 28 de abril, se realizó finalmente el 19 de mayo, en la Plaza Sant Jaume de Moncada, como concierto conmemorativo del Día de la Música Valenciana[4]. En dicho concierto los cuatro grupos estuvieron formados por los músicos de las dos bandas de Moncada (Centro Artístico Musical, y Unión Musical), y por la banda del Conservatorio Profesional Ciudad de Moncada, centro del que José Alcácer era ya en ese momento director. El director coordinador en ese día fue José Alcácer, y los otros cuatro directores fuimos Carlos D. Perales, Raül Doménech, Salvador González y un servidor. Aunque estrictamente esa fue la primera audición de la obra en España, dada la proximidad y la importancia del segundo concierto en Valencia, decidimos considerar el de Moncada como un pre-estreno.

               El concierto en Valencia no pudo tener mejor marco, el  XXXV Festival Internacional de Música Contemporánea ENSEMS. Se produjo el 2 de junio en el claustro gótico del Centre del Carme de Valencia, en la clausura de aquellos ENSEMS. He de decir que no hubiera sido posible sin la sensibilidad mostrada por el entonces director de Ensems, el maestro Joan Cerveró, la directora del Institut Valencià de la Música, Inmaculada Tomás, y el director de CulturArts, Manuel Tomás. Los tres propiciaron aquel concierto[5] histórico puesto que no solamente se estrenaba en España la obra de Berio, sino que se reestrenó también una suite de concierto de Belmonte, el primer ballet escrito para banda, del singular y genial Carles Santos (1940-2017), y además fue la primera vez que en tan longevo e importante festival participaban las bandas de música en concierto.

               Los cuatro grupos estuvieron formados por integrantes de las bandas del Centro Artístico Musical de Moncada, del Conservatorio Profesional Ciudad de Moncada, y de la Agrupación Musical La Lírica de Silla. Tuve el honor y el placer de ejercer como director coordinador, y los otros cuatro directores fueron José Alcácer Durá, Carlos D. Perales, Saül Gómez Soler, y Eduardo Tarín[6]. Aún recuerdo con cariño que al margen de los ensayos con cada una de las bandas por separado, tuvimos que hacer ensayos “de directores”, para coordinar todo perfectamente. El resultado se puede visionar en el siguiente enlace:

Tal y como se podrá ver en el vídeo, si bien en Moncada José Alcácer se situó al centro, para el concierto en Valencia, yo decidí situarme escorado en lo que sería el extremo noroeste de la figura, para facilitar una correcta comunicación visual tanto con los cuatro directores, como con el conjunto de los músicos. Berio no dice nada al respecto en sus partituras.

Finalmente he de manifestar mi agradecimiento al equipo de Mikrokosmos por ofrecerme este espacio para rememorar aquella experiencia única y singular. Mentiría si no dijera que mi opinión sincera es que Accordo no está entre lo mejor de la producción de Luciano Berio, y el tema de la partitura es realmente un inconveniente, si se me permite el eufemismo. Pero también es cierto que estrenar en España dicha obra supuso la llave de entrada para ofrecer un concierto de banda en Ensems, empeño que me motivó sobremanera, y que aún no siendo de lo mejor de Berio, una obra original de banda de su pluma, debería haberse estrenado en nuestra tierra muchísimo antes.   

 Un article d’Andrés Valero-Castells

www.andresvalero.com

A continuación se reproducen los programas de mano de los conciertos en Moncada y en Valencia, así como dos imágenes de los mismos.


[1] Accordo is composed for four wind bands and an unlimited number of players. It is perhaps not a piece to be performed in concert, however, it consists of many different things: it is a meeting, a structure of gestures, a chord that spreads and creates different situations, it is a combination and, if placed in perspective, is versatile, with very simple and familiar musical elements, in fact a small homage to a great yearning for peace in the world. It is a paraphrase, a Festival dell’Unità, a processing of sound, a melody, a tribute to the musicians in the band, who, when getting together in the evening, forget how tired they are after a long day’s work. Accordo is also an experimental work in which I try to combine contradictions with seemingly irreconcilable musical dimensions, so it is also a transformation. Accordo is perhaps difficult to organise, but easy to play. It is made up of simple, specific discourses, ideal for speakers who wish to embrace the world; it conveys hope, therefore…

[2] No es la primera vez que esta prestigiosa editorial, en trabajos de compositores importantes, no dispone de un material aceptable. Ya me pasó con tres obras de Cristóbal Hallfter en el contexto de mi tesina de máster (Fandango para octeto de violonchelos, Preludio para Madrid 92, para orquesta y coro, y Preludio para Madrid 2002, para orquesta), con manuscritos de baja calidad. 

[3] Publicado por la editorial italiana Edizione Joker; dispongo de la versión actualizada y ampliada, de junio de 2016.

[4] El Día de la Música Valenciana quedó establecido institucionalmente en la fecha del 29 de abril, día en el que se aprobó la Ley de la Música Valenciana.

[5] El programa se completó con mi Fanfarria de Plata II (último movimiento de mi Sinfonía (nº 4) de Plata.

[6] El maestro de Catarroja afincado en Silla, y casado con una tía mía, falleció tristemente en 2022.

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